The Prospect of Whitby, la taberna más antigua del Támesis
A orillas del Támesis, en Wapping, distrito londinense de Tower Hamlets, encontramos uno de los pubs más míticos de toda Inglaterra. Se trata de The Prospect of Whitby, una histórica posada que se levanta en ese preciso lugar desde 1520.
Mucho antes de conocerse con el actual nombre, la posada se llamaría Taberna del Diablo, dicen, debido a su dudosa reputación. Lo cierto es que este lugar era, en sus orígenes, un edificio en el que se daban cita marineros, contrabandistas e incluso bandoleros. Incluso dicen, que aquí tomo su última copa Sir Hug Willoughbly justo antes de zarpar en 1533, en aquel desastroso intento por descubrir la zona noreste de China.
Muchos personajes importantes han pasado por sus mesas y barra, como el Judge Jeffreys, un personaje histórico más recordado por sus juicios dudosos y sus numerosas ejecuciones. Así, era justo aquí donde se ataban a postes a los criminales y se dejaba que se ahogaran al subir la marea. Quizá Jeffreys usara este lugar para tomarse una copa mientras veía morir por la ventana a todos aquellos a los que mandó al muelle de las ejecuciones , pues lo cierto es que hay una soga, representativa, que marca el lugar de los hechos y se puede observar desde el interior del pub.
Por aquel entonces, el nombre de la taberna no era Prospect of Whitby. Tras un gran incendio en el siglo XVIII, la taberna sería completamente reconstruida y fue rebautizada con este nombre, que era el que tenía también un barco que solía atracar en la ribera y cuya su tripulación solía llegar al pub celebrando noches en las que el aguardiente no faltaba, aunque tampoco las peleas.
Las visitas al pub de escritores también fueron frecuentes. Así, no era raro ver a Charles Dickens o Samuel Pepys, disfrutando de un trago o una humilde cena.
En la actualidad, podemos visitar este gran edificio, con una preciosa fachada de ladrillo visto y esa marquetería en verde que tanto recuerda a las típicas tabernas inglesas, que al fin y al cabo es lo que ha sido toda su vida.
El interior nos traslada a otra época, en la que maleantes y bucaneros tomaban aguardiente, escupían en el suelo y cerraban a altas horas, quizá no sin antes armar algún jaleo que otro.
Aunque entrar es retroceder en el tiempo, lo cierto es que por fuera, el mítico pub está rodeado de nuevas edificaciones. Apartamentos realmente hermosos pero que quizá han restado un poco de encanto a la zona.
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Foto vía: traveleastlondon