La Catedral de la Santísima Trinidad en Bristol
La Catedral de la Santísima Trinidad de Bristol pertenece a la iglesia anglicana y fue fundada en 1140, aunque no fue hasta 1542 cuando se convirtió en sede obispal y catedral de la diócesis que por entonces se creó en esta ciudad británica. Esta catedral se fundó en un principio como si fuese una abadía, la de San Agustín. De la época de su fundación, allá por 1140, sobreviven la sala capitular y la Great Gatehouse.
Pero no fue hasta 1542, cuando Bristol empezó a tener su propia diócesis, que no consagraron la construcción a la Santísima Trinidad, siendo su primer obispo Paul Bush.
Pero la construcción del templo se acabó a finales del siglo XIX, cuando se añadió una nave central y las dos torres gemelas que se aprecian en la fachada oeste. La ceremonia de inauguración, por su parte, fue el 23 de octubre de 1877.
Entre sus principales características, encontramos que en su extremo oriental encontramos una arquitectura muy poco habitual en las construcciones góticas iglesias, y es que se concibió como si fuese un salón, lo que viene a derivar en que las naves laterales son de la misma altura que el coro, algo que sí es normal en la arquitectura gótica alemana. Con esto se consigue que la luz entre al espacio central.
A esto hay que añadir que en la Lady Chapel, muy cerca del coro, podemos ver un gran ventanal que recorre toda la pared en su parte de arriba y que dota a esta pequeña capilla de una luz especial que hace que sea única.
Y no podemos olvidarnos de destacar los arcos de la sacristía de la capilla de Berkeley, que se construyeron en 1330, y que cuentan con nervios flotantes, lo que forma un conjunto que se asemeja a un esqueleto de bóvedas. Este tipo de arcos los podemos encontrar también, por ejemplo, en la catedral de Lincoln.
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