La torre de Blackpool

El pueblo de Blackpool es uno de los pueblos del norte de Inglaterra donde más se explota el turismo de playa. Lo que nos podemos encontrar son casinos, salones recreativos, restaurantes, piers y una playa reformada hace poco.

Pero una de las atracciones turísticas con las que cuenta este pueblo cercano a Liverpool y a Manchester es la torre de Blackpool. Esta torre, que se abrió al público el 14 de mayo de 1894, forma parte de la Federación Mundial de Grandes Torres. Alcanza ni más ni menos que 158 metros.

Este edificio fue encargado por el que fuera alcalde del pueblo, John Bickerstaffe después de visitar la exposición de París de 1889 y quedarse impresionado por la Torre Eiffel, e invirtió más de 2 mil libras de su propio bolsillo en el proyecto.

Para construirla se usaron más de 5 millones de ladrillos, 2.500 toneladas de hierro y 93 toneladas de acero fundido. La base de esta torre, a diferencia de la parisina, no es independiente y se oculta por el edificio que la alberga ocupando más de 5 mil metros cuadrados.

En lo alto de la torre se encuentra el “ojo”, restaurado el año pasado. Cuenta con cuatro niveles. Un área cerrada es la parte más importante de la atracción y consiste en un suelo de crista y la pared a lo largo del lado oeste que ofrece vistas panorámicas del gran paseo marítimo de Blackpool.

En una segunda altura nos encontramos con un espacio al aire libre y es hasta donde podemos subir como turistas. Después ya estaría el tercer nivel y el nido de cuervo, que aunque antes era accesible para el público en general, ahora sólo pueden llegar hasta él los empleados.

Dentro de la torre podemos visitar un acuario, un circo, un restaurante, un cine en 4D, un parque de ocio, entre otras atracciones.