Las delicias gastronómicas de Gales
Gales es un pequeño país pero que consigue encandilar a todo el que lo conoce. No hay quien vaya que no quiera repetir experiencia y, en la mayor parte de los casos, lo consigue. Al igual que ocurre con el resto de países del Reino Unido no goza de muy buena fama en lo que a cultura gastronómica se refiere. Sin embargo, no es así, ni mucho menos. Hay que tener en cuenta que, a pesar de ser un país pequeño, cuenta con una gran extensión de costa, concretamente 750 millas, o lo que es lo mismo, 1.000 kilómetros, sin contar los cientos de lagos y ríos.
Así, no es de extrañar que Gales sea uno de los mejores lugares para disfrutar de un buen marisco, ya que ofrece una enorme gama de productos. Criaderos de ostras, mejillones y vieiras abundan en toda la costa galesa. Eso sin olvidar que en los mercados vuelven a venderse langostas nacionales. Además, cuentan con una serie de peculiaridades, tales como el sewin, un especie similar a nuestra trucha asalmonada.
Sin embargo, uno de los productos marinos que más útiles resultan en la cocina galesa son las algas. Las laverbread son las más consumidas, ya que se parecen a una hoja de lechuga, y a menudo se mezcla con harina de avena y se come en el desayuno, acompañado de bacon y huevos.
Pero las delicias gastronómicas no se limitan a la costa galesa, sino que introduciéndose en el interior del país también se pueden disfrutar de suculentas carnes, las que proceden de los animales que habitan en sus numerosos valles y montes. La carne de cordero y de vaca es la mejor considerada, al ser magra y carecer de aditivos.
Gales también produce leche y mantequilla, y quizás lo mejor de todo, más de 50 variedades ligeramente distintas de queso de granja. Según la zona de producción se pueden disfrutar de diferentes tipos que ofrecen una gran gama de sabores y texturas. Además de su sabor resulta un placer comprarlos, ya que suele hacerse en los puestos de mercados tradicionales o tiendas locales. También puede hacerse en grandes supermercados, mucho más cómodo, pero sin encanto.
Las panaderías son otro de los establecimientos que merecen la pena visitar en Gales. Rebuscando entre sus productos tradicionales nos podemos encontrar con la Bara Brith, que es una especie de pan pero con sabor dulce. Resultan deliciosos también los welshcakes, unos pequeños bollos que se calientan en una plancha antes de ser consumidos.
Foto Vía Flickr