La Torre de Londres, el corazón de la ciudad
Es uno de los monumentos más visitados del Reino Unido y, por muchas veces que lo vea no deja de causarme una fascinación inmensa cada vez que me encuentro ante sus robustos muros. La Torre de Londres es parte importante de la historia del país, pero también uno de las infraestructuras más hermosas de cuantas pueden visitarse en la ciudad del Támesis. Eso sí, si queréis visitarla es necesario reservar, al menos, unas tres horas para recorrer todas sus dependencias.
Recibe millones de visitantes cada año, por lo que podéis prepararos a hacer cola. Lo más aconsejable, si sois un grupo, es turnaros y mientras unos esperan que otros descansen, ya que la demora para traspasar la puerta de algunas dependencias puede alcanzar la media hora. Así pues, nuestra visita comenzará en las taquillas que hay antes de la gran tienda de souvenirs, excepto que hayamos sido precavidos y las hayamos adquirido con antelación por Internet (al final del artículo te dejamos un enlace para más información).
Y después de hablaros de lo más negativo de esta visita, vamos a hablar ahora de todo lo que podéis encontrar en su interior.
A la entrada de la Torre nos reciben los beefeater que, si queremos, pueden hacer de guías turísticos durante nuestra visita. Una vez entramos en la fortificación existen diversas instalaciones que visitar.
La Torre Blanca es el gran edificio que está en el centro del recinto guardado por ocho cuervos. Se inició su construcción en el siglo XI y desde entonces ha tenido diversas utilidades: fortaleza, armería, almacén del tesoro, residencia de reyes, palacio de detención, observatorio, refugio y prisión. La reina Isabel I es una de las reas más ilustres del edificio y el último inquilino que tuvo fue Rudolf Hess, durante la Segunda Guerra Mundial. Si queréis conocer en profundidad cómo vivían los prisioneros en la fortificación podéis hacerlo en la Torre Sangrienta.
Si lo que os interesa es saber un poco más cómo era la vida de los reyes merece la pena realizar una visita a la Torre Verde desde donde, además, se puede disfrutar de unas bellas vistas del puente de Londres. Y este año, con motivo del quinto centenario de la coronación de Enrique VIII se ha organizado una interesante exposición sobre su reinado.
Pero sin lugar a dudas uno de los lugares del complejo que más visitas recibe diariamente es la colección de las Joyas de la Corona. Se dice que es el sitio más seguros de todo el país y por ello se limita el número de personas que pueden estar en la cámara fortificada que custodia las joyas y se impide cualquier tipo de grabación, fotográfica o de vídeo. Todas las piezas, entre las que se encuentran las coronas, tiaras y enseres de cocina de plata u oro de la monarquía británica, están protegidas por cristales blindados.
Además, los visitantes no pueden pararse ante las vitrinas, sino que circulan en cintas transportadoras para evitar los colapsos de gente. Después de admirar semejantes bellezas os apetecerá haceros con una similar a ellas. Si os conformáis con que sea mucho más barata y de bisutería podéis comprarlas en las tiendas de souvenirs de la Torre.
Para visitar esta histórica fortaleza:
–Entrada a la Torre de Londres y visita a las Joyas de la Corona