Wigan, la antigua ciudad del carbón

Wigan Pier

Wigan es una ciudad con una larga historia, que se remonta incluso a la época de los romanos. Fue a partir del siglo XIV, con sus minas de carbón, cuando comenzó a adquirir cierta importancia, sobre todo en el siglo XV, cuando se instauró en Wigan una de las industrias textiles más importantes de Gran Bretaña. La revolución industrial llegó a la ciudad gracias a la construcción del canal de Leeds y Liverpool, el más largo de todo el país.

El famoso Wigan Pier fue el punto central del tráfico marítimo durante los siglos XVIII, XIX y principios del XX. Este es ahora una de las principales atracciones de la ciudad, con sus calles empedradas llenas de tiendas, bares y restaurantes. Hay también aquí una reconstrucción de lo que fue este puerto en el siglo XIX, así como paseos en barco que nos narrarán la historia de Wigan.

El algodón siempre ha sido uno de los productos más importantes de Wigan. A lo largo del canal se encuentra Trencherfield Mill, una serie de casas que albergaban el molino de vapor más grande del mundo. Aún hoy funciona y podemos visitarlo.

Una visita interesante en esta ciudad es la Iglesia de Todos los Santos del siglo XIII, reconstruida en el XIX, adornada con un elegante reloj en una de sus torres. En su interior se muestran unas exquisitas vidrieras de William Morris, monumentos del siglo XIV y registros parroquiales de nacimientos, defunciones y matrimonios que se remontan al 1600.

Canales en High Hall

Wigan desempeñó un importante papel en la guerra civil inglesa, corroborado por un monumento en Wigan Lane, lugar de una batalla en 1651 entre los seguidores leales a la Corona de Carlos I y los parlamentarios. En aquella batalla fueron derrotadas las tropas reales.

Otros lugares de interés en Wigan es la Haigh Hall, una mansión del siglo XIX que en su momento fue hogar de los condes de Crawford y Balcarres. Hoy en día es un maravilloso parque con muchos paseos y mucha zona libre para los niños. Mesner Park, en el centro de la ciudad, ofrece un oasis de tranquilidad para los que ya estéis un poco hartos de visitar monumentos y callejear. También aquí se pueden hacer paseos en bote por el canal.

La Wigan de hoy apenas tiene nada que ver con la de hace un siglo. Ya no es aquel pueblo de mineros, sino una animada y vibrante ciudad, muy conocida por su equipo de fútbol y por el de rugby. Su gente es muy amable y agradable, con locales y restaurantes que ofrecen todo tipo de cocina. Hay instalaciones de golf en la región, o la posibilidad de ver carreras de caballos en Haydock Park.

Y para los amantes de la naturaleza dispuestos a aventurarse un poco más, hay una espectacular vida silvestre a lo largo del tramo de costa que va desde la desembocadura del Mersey hasta pasar Southport. Como véis, Wigan es un lugar que bien merece la pena.

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