Reuniones intelectuales en Oxford
La ciudad de Oxford, mundialmente conocida por su universidad, dispone también de otros encantos para el visitante. Es principalmente un destino preferido por estudiantes y amantes de la literatura. Aquellos que buscan algo más que paisajes e iglesias, y no sólo piedras que hablen de la historia pasada. Aquellos que buscan revivir la historia y leer en el escenario donde las aventuras cobraron vida.
Si uno se deja perder por sus calles de antiguos edificios, descubrirá que cerca de la Oxford Rail Station, en el 49 de la calle Saint Gilles, podemos encontrar un típico pub inglés con cierto sabor intelectual. Su cartel muestra un águila portando a un bebé, siendo quizá una referencia a cierto niño noble encontrado en un nido de águilas. Estamos antes el Eagle and Child Inn.
Entre los años 1939 y 1962 un grupo de escritores que se denominaban a sí mismos como los Inklings, se reunían en este pub antes de la hora de comer para beber y charlar un rato.
La historia cuenta que en la denominada actualmente Sala del Conejo (Rabbit Room), y que antes era una sala privada en la parte de atrás, era donde se leían unos a otros fragmentos de sus escritos para que fueran criticados y valorados por los otros.
Autores de la talla de C.S. Lewis (Las Crónicas de Nyarna) y J.R.R. Tolkien (El Señor de los Anillos) se reunían en el Eagle and Child a diario.
Actualmente esa sala privada está abierta al público, al igual que el resto del local, que se encuentra maravillosamente conservado y en el que uno puede disfrutar de ese sabor clásico del Oxford de hace sesenta años.
En ella hay expuestas fotos de los escritores que se han ido reuniendo en ella durante todos esos años. Recomiendo encarecidamente al viajero a que detenga sus pasos para descansar de la dura jornada en el Eagle and Child y disfrute de un plato típico inglés, tal como una jacked potato, acompañado por una pinta de cerveza.
Oxford es una de las visitas que se puede hacer desde la capital inglesa, de modo que ni siquiera tendréis que dejar vuestros hoteles en Londres, ni reservar en la ciudad universitaria, sino que bastará con tomar el tren o alquilar un coche para recorrer los 90 kms. que las separan.
Delicioso :)