El colorido de Notting Hill
Notting Hill es uno de los barrios más variopintos y llenos de vida de cuantos podemos encontrarnos si visitamos Londres. Y si va a hacer una visita a la capital inglesa resulta muy recomendable sacar un par de horas para perderse por sus calles, que nada tienen que ver con las muy transitadas que nos podemos encontrar en la City o el entorno de Picadilly Circus o Trafalgar Square.
Es considerado uno de los barrios alternativos de la ciudad, pero se hizo famoso mundialmente hace unos cuantos años gracias a una película romántica que tenía por título su propio nombre. A través de la gran pantalla en todo el mundo se conocieron sus coloridas casas, sus peculiares tiendas y el modo de vida, tan diferente con lo que hay en el centro de Londres, que se respira entre sus calles.
No se encuentra muy alejado de típicos rincones turísticos, como Kensington Park, por lo que es fácil llegar hasta el barrio en autobús. Hay muchas líneas que van hasta allí, por lo que basta simplemente en fijarse en las rutas que se indican en las paradas de autobús. Y una vez se entra en los dominios de Notting Hill uno se encuentra en un lugar nuevo, como si de un oasis se tratara, en el que no hay grandes tiendas, sino pequeños puestos que organizan sus propios mercados callejeros.
Si se tiene tiempo merece la pena darse una vuelta por los puestos de segunda mano que se instalan en plena calle y probar a regatear algún precio con sus mercancías. Pueden encontrarse objetos verdaderamente interesantes y por un menos de diez libras. El mayor problema de llevarse alguna de estas gangas es conseguir introducirlas luego en la maleta de vuelta a España, ya que lo más interesante suelen ser los grandes objetos de decoración.
Negocios aparte, las conversaciones con los locales resultan de lo más agradables y placenteras, lejos de la típica imagen fría que se tiene de los ingleses. Este espíritu abierto es una de las señas de identidad del Carnaval que se celebra en Notting Hill los últimos lunes de agosto. Es uno de los festivales callejeros más conocidos de toda Europa y en el que las carrozas salen a la calle y se entremezclan con los ritmos caribeños, herencia de los emigrantes llegados al barrio a mediados del siglo pasado.
Las librerías también son un elemento importante del barrio y merece la pena perderse entre sus estanterías. En los números 13 y 15 de la calle Blenheim Crescent uno se encuentra con The Travel Bookshop, en la que se inspiraron para crear la que en la ficción regentó Hugh Grant. Si lo que prefiere es la gastronomía, justo en frente está Books for Cooks, un pequeño local en el que se venden libros de cocina, pero que también cuenta con un pequeño restaurante en el que se pueden degustar algunas de las recetas que albergan los volúmenes.
Notting Hill es considerado un barrio de artistas y gente alternativa, por lo que tiendas de ropa de lo más variopinta se entremezclan con las casas de pequeña altura y de coloridas fachadas. No se puede dejar de echar un vistazo también a las pequeñas galerías de arte o las tiendas en las que los profesionales venden sus fotografías a los turistas por apenas unas libras. El modo perfecto de llevarse a casa una pequeña parte de Notting Hill para siempre.