El Canal de la Mancha, conexión continental

Canal de la Mancha

Durante siglos el paso que nosotros conocemos cómo Canal de la Mancha ha servido a Inglaterra como punto de contacto con el continente europeo, y viceversa. Los ingleses, muy suyos, lo llaman English Channel y los franceses lo denominan La Manche. De éstos últimos hicimos una mala traducción, puesto que “manche” no significa mancha, sino manga, aunque quien sabe, igual fue algo hecho a propósito para diferenciar esta región de nuestra Manga del Mar Menor.

Nombres aparte, este brazo de mar comunica el Océano Atlántico con el Mar del Norte y en él se dan las mayores mareas del mundo. El punto por el que más se estrecha, acercando la isla al continente, se denomina Paso de Calais y mide 34 km de lado a lado. Precisamente la comunicación entre la ciudad francesa de Calais y Dover, en Inglaterra, es la ruta marítima más frecuente entre los dos puntos, y también la más corta.

El canal ha servido de defensa a Gran Bretaña en numerosos conflictos europeos, y cómo buena zona de paso marítima, el comercio ha sido uno de sus puntos fuertes. Fruto de la actividad comercial, muchas de las ciudades de ambas costas poseen importantes puertos, lo cual las ha hecho crecer y convertirse en enclaves importantes dentro de sus respectivos países.

Hoy en día la importancia turística del canal cómo vía de comunicación entre Inglaterra y Francia es más que notable. Existen varias rutas de ferrys, como la ya mencionada Dover-Calais, Portsmouth-Le Havre o Weymouth- Saint Malo, entre otras.

Pero sin duda el principal protagonista es el Eurotúnel, una auténtica maravilla de la ingeniería moderna, un túnel submarino que conecta Calais/Coquelles (Francia) con Folkestone (Inglaterra). Lo que un día imaginara Napoleón, pero por supuesto nunca llegó a conseguir, se vió finalmente materializado y listo para su uso el 6 de mayo de 1994, día de su apertura.

Eurotunel

El Eurotúnel consta de dos túneles por los cuales circula un tren de ida y uno de vuelta respectivamente y una galería central, más pequeña, reservada a la circulación de vehículos eléctricos destinados a mantenimiento y servicios. Los trenes transportan pasajeros, vehículos y mercancías, cubriendo un trayecto de 50 km (39 de ellos bajo el agua) en 35 minutos, aproximadamente. Uno puede elegir entre viajar sin salir de su propio vehículo o bien si lo prefiere o si ha montado sin vehículo, en los vagones destinados a pasajeros.

En cuanto a las tarifas, cruzar de un lado a otro con la más básica y en trayecto de sólo ida cuesta 49 libras, unos 61 euros. No es barato, pero hay que tener en cuenta que no hay tasas extra y que la rapidez y comodidad que ofrece el servicio puede incluso superar a la que pudiera ofrecernos el trayecto en avión, si tenemos en cuenta antelaciones, check-inn, etc.

Esto por lo que respecta al Paso de Calais, ya que estos trenes, de diferentes compañías, pueden proceder también de otras redes ferroviarias. La compañía Eurostar por ejemplo, quizás la más conocida de las que atraviesan el Eurotunel, conecta París, Lille y Bruselas con Londres.

Para que os hagáis una idea, se tardan  2 horas y 35 minutos (aprox.) en ir de París a Londres o viceversa. Y todo esto por debajo del mar. Realmente podríamos afirmar que es ciencia-ficción al alcance de la mano, ¿no os parece?

Si quieres saber más sobre Dover sigue leyendo en:

Dover, la ciudad de los blancos acantilados

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6 comentarios

  1. Estela dice:

    Así es, la foto es Etretat,en Francia, el lugar es divino. Mis fotos están geniales, me gustó mucho visitar ese lugar. Otros lugares recomendados… Le Mont St Michel, San Maló… y mas al sur a España, la Playa de las Catedrales, son lugares muy lindos… para visitar acompañado….

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